sábado, 19 de diciembre de 2009

décimoctava etapa

RIBADISIO DE BAIXO - PEDROUZO - 22 kms



sentimos cerca el final; eso genera sentimientos contradictorios; por un lado la alegría de que tanto esfuerzo nos haya hecho fuertes y hayamos conseguido llegar; por otro la tristeza porque esto se acaba y en pocos días volveremos cada uno a nuestra "normal live", como dice André; hoy salimos para tomar a tres kilómetros, en Arzúa, un monumental desayuno; esta etapa es la de los bosques de eucaliptos; puestos a interiorizar busco un símil a la increíble altura de estos árboles, de tan mala fama, pero con un encanto especial; en los bosques están tan juntos que es difícil imaginar que sus raíces no se entrelacen; hacia arriba buscan la luz entre sus iguales; pasamos Preguntoño, A Peroxa y en Calzada tomamos otro café en un bonito bar donde charlamos con un matrimonio argentino;



otro empujón y en Salceda un bocadillo; luego casi llegaremos de un tirón hasta el albergue de Santa Irene donde sellamos y comemos unas mandarinas y castañas; nuestro destino está cerca y andamos sin prisas, que hoy llegamos de día; en el albergue, sin agua caliente, nos juntamos con la tropa diaria; como todos estamos algo melancólicos porque queda poco nos vamos a cenar con Christian, austríaco, André, holandés que viene desde Puy (mil quinientos kilómetros), Sven, alemán y Lorraine, canadiense; entre todos destrozamos el inglés, pero yo lo remato con algo de vino con gaseosa.

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